El Parkinson es una de las enfermedades neurológicas crónicas degenerativas más frecuentes y más estudiadas que puede afectar al ser humano.
El primero que la describió, de una manera magistral, fue el Doctor James Parkinson, hace más de 200 años. La describió como una parálisis agitante, porque entre las características principales de esta enfermedad, entre los rasgos más significativos, están el temblor de reposo y de postura, la hipo bradicinecia, que es la lentificación y la disminución de movimientos de la persona, y la rigidez.
Se sabe que esta es una enfermedad global, que no sólo afecta al Sistema Nervioso Central sino también afecta al aparato digestivo. Está comprobando que, producto de estos cambios genéticos, se genera una proteína anormal que va invadiendo el citoplasma y lo va destruyendo, acelerando este proceso. Incluso tiene manifestaciones premonitorias hasta diez o veinte años antes de que aparezcan los síntomas principales de la enfermedad.
Si hoy nos llegase un paciente a consulta con depresión, disminución del olfato y constipación, es un paciente a tener en cuenta, porque podría en algún momento a futuro -en 5, 10, 15 , 20 años- tener Parkinson. Entonces hay que analizar todo esto con mucho cuidado, porque estas son cuestiones que antes no se conocían y hoy sí se conocen.