El dolor es un fenómeno subjetivo y consciente de difícil caracterización y explicación. Puede interpretarse como una señal endógena de alarma, casi siempre desagradable, debilitante y a veces incapacitante o de intensidad excesiva.
Existen dos tipos de dolor definidos:
- El dolor agudo, que tiene una importante función biológica, que es dar una señal de alerta o alarma ante una lesión, enfermedad u otro fenómeno patológico.
- Por otra parte se encuentra el dolor crónico, que se encarga de traducir un proceso mórbido en evolución progresiva o crónica -de naturaleza benigna o maligna- en pacientes con carga física, emocional y también económica, que lentamente lo destruye física y psíquicamente.El Prof. Dr. Roberto Quiñones Molina (MN: 93.648), Médico Neurólogo, director del Centro Rebiogral, considera que es importante evaluar a un paciente con dolor en forma personalizada e integral. Conocer sus antecedentes personales. Y fundamentalmente saber qué tipo de enfermedad, patología o lesión está provocando ese dolor. Una vez confirmado el diagnóstico, el siguiente paso es establecer la terapia adecuada para el paciente a fin de aplicar el tratamiento correspondiente, para que pueda tener una mejor calidad de vida.