Decíamos en el artículo anterior que el envejecimiento arterial prematuro es más frecuente de lo que se diagnostica, y es responsable de múltiples procesos patológicos y enfermedades, vimos las causas, ahora vamos a contar cómo puede y debe tratarse y si es posible prevenirse.
1-¿Que estudios se deben realizar?
La búsqueda del diagnóstico se hace por la sospecha clínica, que uno como médico percibe, en una persona con factores
predisponentes (ver nota anterior) y se indican estudios como ecografías Doppler de los miembros inferiores arterial de las carótidas a nivel de cuello, en las arterias vertebrales; se puede hacer angioresonancia cerebral magnética y ver cómo está la circulación cerebral. Conviene hacer estudios del corazón, una coronario grafía, y de la circulación renal, incluso de la retina; todos estos estudios se pueden solicitar y así podemos observar cómo funciona la circulación en cada caso.
2- ¿Podemos prevenirlo?
Se puede evitar o prevenir en una gran medida, ¿cómo? manteniendo el peso corporal adecuado, evitando o controlando la hipertensión arterial, evitando o controlando la diabetes mellitus, evitando el uso de sustancias tóxicas y dañinas: como el tabaco en todas sus formas. Evitando la comida chatarra, llevando una alimentación sana, hidratándose bien. Conviene tener una actividad física adecuada y adaptada a la edad y los problemas de salud que uno padezca o no. Con un cambio de paradigma hacia una vida saludable, la persona ya estaría luchando o previniendo el envejecimiento arterial prematuro, que como no se ve, a veces es un enemigo oculto que va avanzando mucho antes del envejecimiento que se sí ve, en nuestra piel, por ejemplo… Cabe destacar que predomina tanto en hombres como en mujeres, aun- que en las mujeres se observa en mayor medida en el climaterio.
3-Una vez diagnosticado ¿Qué debemos hacer?
Una vez diagnosticado se comienza con el tratamiento. Por ejemplo, una de las posibles causas que desembocan en esta enfermedad es también la hipoascorbemia, o sea, la disminución de “ascorbato” o de vitamina C en la sangre, que puede alterar la calidad del colágeno que da firmeza y flexibilidad a las arterias de todo el cuerpo esto también se diagnostica con análisis de laboratorio.
Fundamentalmente si eres diabético, te proteges controlando la diabetes, si eres hipertenso, controlando la hipertensión. El movimiento, la actividad física y la buena hidratación, tratando el sobrepeso y la obesidad, así se comienza a encarar el tratamiento.
La vitamina C es entonces una gran aliada, como lo es la vitamina B6 y el ácido fólico. Todo esto ayuda a atenuar este daño, ya que hay a frenar el daño posterior. El médico también va a determinar si se utilizan fármacos para mejorar la circulación arterial. Entre ellos se pueden utilizar -desde lo natural- los Omega 3 en dosis más altas a las habituales (los Omega 3 sobre todo de origen marino); en algunos casos se utiliza en una combinación de EPA -ácido eicosapentaenoico y DHA -ácido dehidrohexanoico algunos hablan de cantidades que puedan superar los 3 o 4 gr. al día, en los casos severos que se tolera bien, puede ayudar también a disminuir las placas de colesterol. En casos severos se pueden usar las Estatinas, para disminuir la posibilidad de que más colesterol y triglicéridos se sigan pegando o adhiriendo a la parte interna de las arterias. Existen además vasodilatadores que hacen que las arterias se dilaten y puedan mejorar la circulación, se pueden usar agentes hemo reológicos que mejoran la penetración de la sangre en los lugares intrinca- dos de la circulación en donde haya disminución de la luz. Se pueden utilizar también fármacos como los agentes bloqueantes de los canales del calcio o también llamados “calcio antagonistas” que evitan que las arterias se contraigan por
la entradas de iones de calcio. Estos son algunos de los tantos fármacos que se pueden utilizar en tratamientos.
4- ¿La buena alimentación puede ayudar? y otros tips
En definitiva y para recordar, como en todos los casos de desequilibrio de la salud: la alimentación sana, es una aliada. En lo posible necesitamos con- sumir muchas verduras, vegetales, frutas, granos, frutos secos, mucha y abundante agua, evitar sobre todo el
exceso de azúcares, el exceso de hidratos de carbono refinado (entiéndase por productos derivados de las harinas), evitar el consumo bebidas gaseosas y endulzadas con azúcar; comer más pescado o suplementos con omega 3 derivados de los pescados. Hay que moverse, en la medida de nuestras posibilidades, no llevar una vida sedentaria (si no puede hacer un deporte de esfuerzo, la caminata es excelente, recomiendo la natación, y la calistenia regular. Llevar el control de nuestro estado de salud: el control de la hipertensión arte- rial, el control de la diabetes, etc. Eliminar o disminuir los hábitos dañinos, como el consumo de cigarrillo que agrava otros estados preexistentes como las placas de colesterol y las placas calcificadas. Hoy la medicina ofrece muchos trata- mientos para este flagelo, pero lo principal es la prevención, los chequeos y mantener hábitos de vida positivos