Las protagonistas son Elsa Mulet y Sonia Wexler. La historia de Elsa, paciente con Mal de Parkinson, la cuenta muy bien Nelly Funes, su hija, quien asegura que antes de llegar a Rebiogral , su mamá estaba muy mal, con un dolor muy fuerte de cuerpo en general, le costaba caminar y hasta tenía la mirada perdida. Sólo quería estar acostada y con las persianas bajas. Una vez que la empezó a atender el Dr. Roberto Quiñones Molina y su equipo multidisciplinario, todo cambió: Elsa dejó el bastón al mes de comenzado el tratamiento y empezó poco a poco a volver a reír. Nelly es una eterna agradecida al amor que recibió su madre desde el primer día en Rebiogral, y asegura que es la clave de la mejoría diaria de quién es una de las personas más importantes de su vida.
Por otra parte, Sonia Wexler tenía diagnóstico de Artrosis y Osteoporosis. Llegó a Rebiogral con mucho dolor, producto de las contínuas caídas. Le habían dicho que debía operarse pero decidió visitar al Dr. Roberto Quiñones Molina para decidir si hacerlo o no. Así fue como empezó un tratamiento de dolor en el cuál la kinesiología cumple un rol fundamental y en el que día a día encuentra una mejoría y un nuevo motivo para vivir plenamente.