Todas las situaciones que nos generen angustia, preocupación, tensión, que sean captados por nuestros sentidos, son un estimulo negativo que llega al Sistema Nervioso Central. Esto genera a nivel cerebral una serie de impulsos eléctricos y bioquímicos que viajan desde la corteza cerebral hacia la parte inferior del cerebro, hacia el hipotálamo y hacia la hipófisis, que es la reina madre de las glándulas. Esto genera, a nivel de la hipófisis, la liberación de hormonas de tipo estimulantes como la ACTH. Esta ACTH viaja por la sangre a la glándula suprarrenal y estimula la producción de cortisona, que es la llamada hormona del stress, y también por el estimulo de la glándula hipófisis se estimula la medula suprarrenal que es donde se elabora la adrenalina y la noreprinefina, que son hormonas que ponen en tensión los músculos y los vasos sanguíneos. Esto hace que se incremente la presión arterial, el nivel de tensión de los músculos y esto, a su vez, genera un circulo vicioso, un desequilibrio de ese sistema inmuno neuro endócrino que tiene múltiples manifestaciones en el ser humano.

Terapias por Ondas de Choque
Sus alcances en el tratamiento del dolor y regeneración muscular Este método, ya considerado convencional, es utilizado desde hace varios años, para el tratamiento de dolores localizados o regionales, y para inducir efectos de bioestimulación en el área donde se aplica. La Onda de Choque es una derivación -a pequeña escala y de menor potencia-