Es la elevación de la Presión o Tensión Arterial por encima de 130 (la máxima o sistólica) y de 80 (la mínima o diastólica) en milímetros de mercurio.
Es un mal cada vez más frecuente en países desarrollados, que según algunas estadísticas, afecta a aproximadamente entre un 35 y 45% de la población, más frecuente en hombres que en mujeres y más en edades avanzadas que en jóvenes.
En la normal regulación de la Presión Arterial participan o inciden muchos factores, entre ellos:
- La alimentación (el consumo de sales/sodio, principalmente).
- La tensión nerviosa (o estrés).
- Los factores hereditarios.
- El sexo (más en hombres).
- La raza (más en personas de raza negra).
- La regulación del sistema nervioso autónomo o neurovegetativo (el equilibrio entre el simpático (que tiene a elevarla) y el parasimpático (que tiene a bajarla).
- El estado o función de los riñones y de glándulas endócrinas como la suprarrenal y la Tiroides; entre otros varios factores.
Es correcto, que con la edad, la Presión Arterial tiende a elevarse.
La H.T.A se clasifica en:
- Primaria (esencial, idiopática o de causa desconocida); que representa el 85-90% total de los casos.
- Secundaria (debido a alguna enfermedad o patología conocidos), que representa entre el 5-10% de los casos.
¿Cómo se diagnostica la H.T.A?
Se debe realizar una toma de Tensión Arterial consecutiva durante 7-10 días seguidos (en la misma franja horaria), y si en al menos 3 días se registran valores superiores a 130/80, ya es criterio de diagnóstico.
¿Cuáles son los síntomas y signos que puede dar la H.T.A?
Muchas veces puede ser asintomática; o sea no producir absolutamente ninguna manifestación por tiempo; y eso es lo que la hace peligrosa, insidiosa; pues nos va deteriorando desde adentro y de a poco; al corazón, a las arterias, a los riñones, al cerebro, a la retina de los ojos, entre otros órganos.
En otros casos, puede provocar en menor o mayor grado, cefaleas o dolor de cabeza; dolor – tensión en la nuca; sangrado nasal; enrojecimiento de la cara; sensación de embotamiento; fatiga física y mental; etc.
¿Cuáles pueden ser las complicaciones de la H.T.A?
La H.T.A. no diagnosticada oportunamente, y no bien tratada, puede ser factor de riesgo y causar: Infarto Cardíaco, Hipertrofia Cardíaca (agrandamiento) y otras Cardiopatías; manifestaciones Neurológicas de Encefalopatías; Accidentes Cerebrovasculares (A.C.V); DañoRrenal (Nefropatías); daño en los ojos (Retinopatías), entre otras.
¿Cómo se trata la H.T.A?
El primer tratamiento es la prevención con controles de presión diarios y detección precoz; una dieta sana (bajo sodio); una reducción de niveles de estrés; mejorar el sueño nocturno; técnicas de relajación; yoga; meditación; una práctica de actividad física regular y adecuada a cada caso; un control y tratamiento de obesidad y sobrepeso; y una medicación adecuada a cada caso.
En el Centro Rebiogral funciona un equipo de Medicina Preventivo y de Control de la Tensión Arterial.
Por el Dr. Roberto Quiñones Molina, Director del Centro de Rehabilitación Rebiogral.